Palomas (…mujeres de nadie) en el Festival y Mundial BA Tango 2017 – Usina del Arte
Patricia Barone y Javier González Grupo
(Gastón D´Amico: Piano/ Alejandro Ward: Bajo/ Magalí Carballo: Saxo y clarinete/
Luis de la Torre: Batería/ Ariel Nürnberg: Bandoneón)
Les compartimos, (profundamente conmovidos), la nota que Hugo Fierro nos hizo llegar, después de ver nuestro espectáculo. Gracias!!!
¨El tango y su rebeldía¨
El tango ha pasado, a lo largo de su desarrollo de más de un siglo, por diversas etapas.
En su origen suburbano era escuchado y bailado solo por hombres y rechazado por la oligarquía y las clases dominantes. Necesitó de la aprobación de la cultura imperante en ese momento (la francesa) para ser aceptado en su país originario.
Una vez que triunfó en París, gracias a Firpo, Gardel y otros fue aceptado e introducido en los salones porteños y la oligarquía lo integró como parte de su cultura. Desde 1930 hasta aproximadamente los años 50 experimentó un gran crecimiento y desarrollo.
El tango que había nacido y crecido rebelde, contestatario, enfrentado a los sectores dominantes comenzaba una época de declinación. Me tocó vivirla en carne propia ya que siendo hijo de un violinista que había tocado con las grandes orquestas de los años 40 (Maffia, Salgán, Vargas, Biaggi) viví el día a día de la disminución del trabajo de mi padre ya que las orquestas se desarmaban y que en las emisoras radiales la programación de tangos era cada vez menor y cada vez mayor la música extranjera.
En los años 60 aparece Astor Piazzolla, que con su nueva visión sobre el tango recrea la rebeldía y la expresión revolucionaria que el género tuvo en sus orígenes. Recuerdo las tremendas discusiones y hasta peleas por definir si lo de Astor era o no tango. Gracias a él, el tango comienza nuevamente a crecer, a ganar conocimiento entre la juventud no sólo argentina sino del mundo.
Hoy el tango está a punto de ingresar en una nueva etapa de integración y conformismo con el sistema. Ya hay festivales mundiales, se baila en todo el planeta, es una música conocida, tocada y bailada en infinidad de lugares, de diversas formas y características.
Creo que, pese a lo dicho, hay una nueva forma de “salvar” al tango, de volver a su espíritu rebelde, opositor al sistema, de hacerlo crecer de una nueva manera al igual que lo hicieron en su momento, Julio de Caro, Horacio Salgán y Astor Piazzolla: esa nueva manera hoy la expresan ¨Patricia Barone y Javier González.
El concierto que brindaron en la Sala de Cámara de la Usina del Arte marca ese camino, ese necesario recorrido de rebeldía, de contestación, de pregunta constante acerca de la importancia de un futuro mejor, de la participación de un sujeto de la Historia de la humanidad con poca o ninguna cabida en el viejo tango: la mujer como activa partícipe y creadora no sólo de la vida sino del resto de las cuestiones vitales.
Patricia Barone constituye, a mi entender, el futuro de la nueva expresión del tango contemporáneo, su forma de decir, de expresar sentimientos y sobre todo, de darle contenidos nuevos, actuales tan necesarios a nuestra música popular.
Patricia, Javier, gracias por las emociones. Gracias por lo nuevo. Gracias
Hugo Fierro
