Pompeya No Olvida

Historia de una canción popular

Un mediodía del mes de octubre de 1998, encontró al poeta Alejandro Szwarcman, sentado circunstancialmente en un umbral de las esquinas de Famatina y Cachi, en el barrio de Pompeya. Hasta allí, se llegaron las musas para ayudarlo a imaginar un episodio de los tantos ocurridos en los años del terror de Estado en Argentina (1976/83).
El poema refería a un niño que jugaba en las calles y era testigo del secuestro de una niña por parte del ejército, a quién luego despojarían de su identidad (seguramente a consecuencia de asesinar a sus padres), para entregarla a otra familia ¨adoptiva¨, que le negaría su verdadera historia durante toda la vida.
Pasados los años, aquel niño ya adulto, la evoca y le asegura que ¨su barrio, no la olvida¨ y que además él conserva la esperanza de que descubra su verdadera historia, ya que su ¨abuela la sigue buscando¨.
Alejandro Szwarcman le acercó esta letra a Javier González y le insistió para que la musicalizara con premura, con el objeto de presentarla en el Concurso de Tangos Inéditos organizado por SADAIC, ese año. La melodía brotó con fluidez de la pluma de González amalgamándose mágicamente a la letra. Ni bien el tema estuvo compuesto, Patricia Barone lo selló con su impronta interpretativa y grabó el demo, junto a la guitarra de Javier González. Poco después, el tema era uno de los dieciséis finalistas del Concurso SADAIC, que el Jurado seleccionó entre mil quinientos temas participantes, (de autores como Horacio Ferrer, Eladia Blázquez, Jairo, etc).
El 11 de Diciembre (casualmente, Día del Tango), Patricia lo interpretó en el Teatro Pte. Alvear, junto a la Orquesta del Tango de Bs.As. (dirigida por el
Maestro Raúl Garello, con arreglo de José Ogivieki).

La respuesta del público, fue fervorosa y emotiva. Era la primera vez que el Tango, como género, (con una dilación de más de veinte años), daba cuenta de los oprobios vividos por la sociedad argentina, durante aquellos años. Y además, la emoción se acrecentaba porque en esa semana de diciembre, los ex dictadores Videla y Massera, (procesados y presos por delitos de lessa humanidad, e indultados por el ex Presidente Carlos S.Menem en 1995), habían regresado a la cárcel, precisamente por la causa ¨del robo de niños¨ (aquello que Pompeya no olvidaba).

El jurado, integrado e/otros por el poeta Héctor Negro, el músico José Colángelo consagró ganador del Tercer Premio del Festival a Pompeya no olvida. El público estalló en un sostenido aplauso.

Al día siguiente, el periodista Ricardo Horvath, que en ese momento conducía el programa ¨Café, bar, billares¨ por Radio de la Ciudad, comenzó a difundir la grabación ¨en vivo¨, que la Radio había hecho de la interpretación de Patricia Barone en el Festival. Era tal la importancia que el periodista asignaba a este tema, que durante meses lo difundió varias veces en cada programa. El público, empezó a ¨dejar mensajes¨ de aprobación y ¨Pompeya no olvida¨ se hizo entrañable en el sentir popular, aun antes de ser grabado profesionalmente. Al año siguiente, Patricia Barone y Javier González editaron su nueva producción discográfica, una obra íntegra de doce nuevas composiciones tangueras, (algo que no ocurría desde hacía muchos años en el género), y por supuesto lo titularon como el tema premiado. En aquel concierto/presentación del disco que se realizara en el Centro Cral. Borges, estuvo presente la Sra. Nora de Cortiñas, (Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora), que ante la interpretación de este tema y de Canción de cuna (de los mismos autores) honró a Patricia, regalándole ¨el emblemático pañuelo de las Madres¨.

image13Al poco tiempo, el tango sonaba en las peñas en la voz de los aficionados y en los repertorios de los artistas profesionales. En 2000, la letra ya tenía una traducción al alemán y las maestras de música de las escuelas del barrio de Pompeya, le solicitaban a Javier González la partitura, para enseñárselo a los chicos.

En 2006, se cumplió el 30º aniversario del inicio de la dictadura. Un grupo de vecinos conformó la Comisión por la Memoria de Pompeya. Entonces, a la hora de ponerse un nombre, adoptaron el título del tango. Por primera vez y hasta la actualidad, marcharon con la bandera que los identifica como agrupación ¨Pompeya no olvida¨.

image15

Javier y Patricia fueron invitados a interpretar el tema (también con la presencia de A. Szwarcman) en el acto de inauguración de las placas que los vecinos habían confeccionado y colocado delante de la casa de cada desaparecido. Una gran emoción se apoderó de todos los presentes.

Durante 2007 Pompeya no olvida alcanzó el Primer puesto, (manteniéndose por varias semanas) en el Ranking Porteño de la 2 x 4 (Radio de la Cdad. de Bs.As.), votado por el público. Además es editado en más de una decena de Cds. compilados, por distintos sellos y organizaciones culturales y es considerado por estudiosos del tango y periodistas, como la obra clave en la cultura tanguera de los años de los ´90.

En 2011, los mismos vecinos consiguieron que por un proyecto de la Diputada Lubertino, la plaza cita en las calles Amancio Alcorta y Ochoa, cambie su nombre por el de ¨Pompeya no olvida¨, para convertirse en la plaza de los Derechos Humanos.

Proyecto de Resolución

Pompeya no olvida, un tango que ha logrado ser estandarte de una lucha popular y renacer en el sol cotidiano de una plaza.