(Música: Javier Gonzalez/ Letra: Enrique Morcillo)
He partido del eco más profundo
a resonar por los aires y las plazas.
Continente habitual de las delicias,
sólo el rencor anida en mis entrañas.
He sabido cumplir el cometido
musical, como el martillo en la fragua
y demostrar mi origen laborioso,
más elocuente y feroz que mil palabras.
Cacerolear, encendiendo este candombe
que florece entre las rutas y las máquinas paradas.
A desatar los vientos del futuro,
tan tiernos y tan duros germinando con pasión.
Superé la soledad de mi cocina
y convoqué con tesón a mis hermanas,
formando coros por todas las esquinas
y encolumnando millones de esperanzas.
Y después de haber cambiado mi destino
abollándome en todas las batallas,
volveré a contener naturalezas
y a prometer las delicias de la casa…